04/03/2010

Le deserteur


Monsieur le Président, je vous fais une lettre, que vous lirez, peut-être, si vous avez le temps...
Yo no me haré desertor, aunque debería. Deberíamos todos desertar de este país que le cobija y que domina a golpes de ignorancia y de subvención. Yo sólo escribo estas breves líneas a sabiendas de que no las leerá y con la esperanza de que alguien lo haga por usted y se las transmita. Unas líneas que ya no pretenden ni siquiera la crítica amarga; que se condensan en una idea simple que incluso usted, señor Presidente, es capaz de comprender: La situación que estamos atravesando no necesita líderes mediáticos, sino gobernantes. Usted, monsieur le Président, ya ha demostrado con creces su incapacidad gestora, su catadura ética y sus "cualidades" políticas. Ya sabemos que usted es el más listo, el más guapo y el más alto; pero, como no es el más apto, hágase y háganos el mayúsculo favor de evaporarse antes de que a este país, a esta nación, no le reconozca ni la madre que lo parió.
Sin otro particular, se despide...