09/07/2011

Un gozo en el alma... ¡Grande!

espués de ver la euforia con que salen los pesoístas de su ceremonia de coronación; luego de oír sus exultantes loas pletóricas de fervor; tras de ver cómo (Rubal)calaba en los prosélitos y catecúmenos del nuevo orden la fase de exaltación de la amistad y el místico ayuntamiento con su aclamado candidato, Pérez, no me cabe duda: no han estado de congreso; han estado de ejercicios espirituales.
Tienen todos los síntomas: caras y almas resplandecientes tras contemplar, auxiliados por el lumen gloriae, el rostro de Pérez; locuacidad desbordada, cursi y beatífica sembrada de adulaciones y otras gaitas; sonrisa gozosa, satisfecha, orgásmica...
Han encontrado la luz. Se han encontrado a sí mismos en una jornada tan intensa y emocionante, tan sublimada por la plenitud espiritual, que sólo les ha faltado salir entonando aquello de "yo tengo un gozo en el alma, ¡grande!"
También es verdad que los reclinatorios van a empezar a moverse y quien más cerca esté del confesionario o de la sacristía será el que reciba la mejor hostia...