12/08/2020

     Cuatro años. Cuatro largos años de ausencia esperando algún cambio: nada. Todo es una gran decepción. Es cierto que ha habido movimiento; tímidos pasos que, al final, quedarán en nada y el estatismo se confirmará, se perpetuará. Y no es por inocencia ciudadana: es por estupidez ciudadana. No queremos mejorar y nos encontramos a gusto, cómodos en el deplorable sesgo de confirmación. El mundo sigue su curso a empellones de una inercia inalterable y fatal.