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18/10/2018

 «El cigarrillo de mi padre dejaba lentas y densas vedijas de humo flotando en la atmósfera del salón: así intuí, observándolas, sin matemáticas, el universo y el infinito...»

04/05/2017


 

27/10/2016

ESA RANCIA ARISTOCRACIA

De cuando en cuando, es un leitmotiv harto socorrido, el PSOE saca a relucir la ya pesada letanía de sus no sé cuántos años de historia y luego, como queda la mar de bien, añade tras la copla el bordón de "al servicio de la democracia y de España". Ya se sabe que "lo pintan" es más fiero que el león, que no es oro todo lo que reluce y que el color del cristal con que se mira modifica lo que se ve, aunque lo que más modifica lo observado es el ojo de cada uno y sus defectos.
Cada cierto tiempo nos aventan a voleo -con el pitas pitas-, digo, esa monótona consigna con la que parece quieren justificar un lugar que no les puede ser expropiado, un lugar que -insinúan- les perteneciera por derecho divino. Es, de alguna manera, una especie de derecho feudal sobre el espacio político. Un derecho irreplicable e inalienable adquirido por el simple hecho de existir. Son como esos tipos que en la tarjeta de visita en cuyo ángulo superior izquierdo reluce un escudo de armas, bajo una ristra insoportable de apellidos cargados de nexos y guiones, ponen en letra bien visible el título nobiliario que ostentan, según ellos por encima del resto de los mortales. Apelan a que la legitimidad de su título se nutre de las heroicidades pasadas y en ellas basan su legitimidad presente. Nada más falso, nada más tramposo.
El PSOE, como esa aristocracia, es prescindible. Es prescindible como lo es la burguesía o los cazadores furtivos. Los médicos, los bomberos, los maestros son necesarios; los partidos políticos (y la mayor parte de sus dirigentes), no. No son un "pilar" -como quieren hacernos creer- necesario. Menos cuando hasta la fecha lo único que han demostrado es que son nidos de corrupción que, para colmo, mantenemos con nuestros dineros.
Yo lo siento; pero, a diferencia de aquel alcalde (Rafael Alonso) de Amanece que no es poco, el PSOE -o cualquier otro partido político- es contingente y es innecesario. Que no os engañen, porque toda esa pantomima no es más que para mantenerse unos cuantos en una posición de privilegio de la que han hecho su forma de vida e ingresos y que ahora, más que nunca, ven peligrar.

05/10/2016

ALGARABÍA

De vuelta a casa extraigo de la madeja de pensamientos uno y me concentro en él: “Octubre. Una temperatura agradable. Si este es el cambio climático, yo firmaba ahora mismo por mantener esta tibieza reconfortante todo el año: esto es calidad de vida. El ser humano (“hombre” que se opone, en su definición, al hombre “ser hijo de puta”) ya es capaz de hacer hielo o lluvia, de desalar agua o potabilizarla, de reproducir plantas o repoblar y muchas cosas más que permiten alterar la Naturaleza para mejorarla -ya sé que la realidad es otra y sé el porqué- y hacer este mundo más confortable. No veo, por eso, la necesidad de pasar fríos ni calores extremos. Lo pienso y sí: firmaba esta temperatura todo el año: un eterno suave clima tropical”.
En esto estoy cuando me saca de mi atolondrada abstracción el tipo que me pisa los talones. El alógeno desmenuza, pegado al teléfono portátil, una (para mi novedosa) aljamía que, como el espanglish, se habrá fraguado casi “sin sentir” y que es una peculiar amalgama de su lengua nativa y de la vernácula mía. Así, intercaladas entre sonidos aspirados y guturales, reconozco palabras y frases de mi verboteca. Le salen mezcladas, espontánemente, con naturalidad no forzada, están integradas; son parte de su discurso y del del receptor. No desvirtúan la lengua dominante del hablante; parecen enriquecerla, nutrirla de nuevos conceptos y tiempos verbales inexistentes antes en ella. No hay confusión, no es algarabía; es más una simbiosis o una adaptación al nuevo medio que se expresa con tiempos, pesos, medidas diferentes, más amplias, que urgen la necesidad de inmiscuirse en la lengua autóctona: es una cuestión de conjugar el desconocido futuro. Acaso sea una consecuencia de la ley pendular de la Historia que nos revive a lo mozárabe y lo mudéjar. De ahí paso al vecino -también foráneo- que se excede con la colonia, que se atusa (tal vez sea cristiano, que también los hay en ese pueblo, o en esos pueblos), a las jóvenes con las que me cruzo con frecuencia, coquetas, cosmetizadas, con sus vaqueros ajustados, con su escote alguna, con su minifalda alguna, con sus tacones y sus adornos alguna.
Pero, inevitablemente, también acuden a mi cabeza las sombras, las zonas oscuras. Me vienen aquellos otros que siempre celarán la doctrina y la fe puras; los que siempre estarán alerta para velar por las buenas costumbres y mantener a salvo la tradición y eso que no se sabe quién llamó “cultura”. Los seres oscuros con sus afilados alfanges pendiendo sobre todas las cabezas: las fieles y las infieles. Los libros religiosos deberían haber consagrado, todos por igual, un párrafo común: “Y Dios eliminó a los seres oscuros del fanatismo y vio que lo hecho era bueno”.
Estamos en Octubre; en un Octubre que ha empezado amable, sereno, apacible. Un otoño que no lo es, que es más bien el verano con el brazo extendido. Yo firmaba esta temperatura todo el año.

03/10/2016

PAVANA -MEJOR QUE REQUIEM- PARA UN SÁNCHEZ DIFUNTO

Si es que se veía de vení”. Ahora, a toro pasado, todos somos sabios y profetas. El lance de imperfecta agonía de Sánchez y el PSOE estaba cantado. Ahora, a toro pasado, todo son duelos, quebrantos, algún palomino de añadidura y un denso “lo avisé”. Todos lo sabíamos menos algunos...
Leo por ahí -y quien lo escribe no oculta su justificada alegría- que Sánchez ha caído y de repente, por esa extraña capacidad que tenemos para asociar situaciones, recuerdo el chiste del Cheli y su moto: “el Cheli no se cae: el Cheli se tira”. El Cheli, hasta para eso era chulo (como la Aguirre) y tenía arte. Sánchez, sin embargo, no ha caído; a Sánchez lo han tirado: quiso hacer un caballito o un león rampante y en vez de meter miedo, alguien le aprontó una taina en salva sea la parte por dejarla al descubierto y desprotegida. Es lo que tiene la política, que es cosa de macana donde no rigen para los púgiles las reglas del marqués de Queensberry. Pero, le está bien empleado por dos razones. La primera es por mantener un PSOE residual marca ACME que le ha estado explotando constantemente en las manos convirtiéndole en un pobre Coyote. La segunda es por hacer novillos el día que en clase dieron a Viriato y a Beltrán Duguesclín para ilustrar sobre las traiciones y su maniática costumbre de “venir desde dentro”. Él solito se ha llevado al borde del precipio desde el que ha bastado un soplido hostil para desequilibrarle y sumirle en el abismo. Sánchez, sin el sillón, no tiene nada salvo un futuro peliagudo. Él será el primero en ser purgado y ya puede ir olvidándose de tener voz y voto en el PSOE a menos que la militancia milagrosamente le recupere (cosa harto improbable). Sobre todo porque ahora empieza el baile de la depuración, la lenta pavana en la que, uno tras otro, van siendo eliminados todos los que apoyaron a Sánchez.
En los próximos días, imagino, asistiremos a la recuperación del poder por la facción de “los de siempre”, por los guardianes del grial pesoísta. Se acabaron la intrigas y las sorpresas; todo debe quedar atado y bien atado. ¿Y la militancia? La militancia, ¿qué? La militancia nada. A la militancia crítica la anularán; a la militancia pasiva y votantes perdidos les venderán, con una mejorada campaña de marcadotecnia, aquello de la importancia del PSOE en la Historia democrática de España, de su peso político, de que es un partido necesario que debe recuperar su esplendor y todo eso. Les volverán a vender lo prestigioso y chic que es pertenecer y votar al PSOE, el marchamo de clase y de calidad: “¡Alcalde! ¡Que todos somos contingentes; pero, tú eres necesario!” Hay que reconquistar para recuperar la suculenta hegemonía.
Y tragarán. Tragarán porque es su partido, porque son leales, porque son ingenuos, porque son ignorantes o porque les interesa. No habrá cuestionamientos. A nadie se le ocurrirá aducir que ningún partido es necesario ni tiene naturaleza permanente, que eso de la importancia y lo de que es un partido imprescindible es una memez, un razonamiento tan peculiar y falso que raya el esperpento. A nadie se le ocurrirá argüir que la desaparición (o su pase a segunda o tercera división) del PSOE no supone ningún trauma salvo para quienes obtienen por medio del partido pingues beneficios, y que mandar al banquillo de por vida a todos los que hasta la fecha han estado mangoneando tampoco es pecado ni delito. Yo, si fuese militante socialista, sospecharía -de entrada- de ese empeño del PP por tener de compañero en el ruedo político sólo al PSOE. A Sánchez le ha defenestrado el “no es no”; un “no es no” tardío y dubitativo; un “no es no” oscilante y tornadizo e inseguro. Sánchez no tuvo redaños para ser líder, no supo, y ahí empezó su fin. El PSOE, tras esta breve fuga desorientada, volverá a su redil: la derecha; volverá a ser pastoreado por esa burguesía que lo domina casi todo; porque PP y PSOE son la misma falsa moneda y tienen un único propietario que intenta monopolizar a través de ellos todo el espectro político. A ver qué dice la militancia, qué los votantes prófugos. Intuyo que no les van a dejar abrir la boca.
Ahora todo ha terminado o todo empieza ahora. Cámbialo todo para que todo permanezca igual.

28/09/2016

SÍ HUBO REVOLUCIÓN

Análisis, análisis, análisis... Tenemos la costumbre (yo el primero) de atribuir el rango de análisis a lo que sólo es mera opinión. Y opinadores somos todos.
En la crisis política destada en España todos tenemos voz y, según parece, varios votos. En la voz, todos queremos llevar la cantante y todos damos lecciones magistrales sustentadas más en la arrogancia que en la realidad de nuestras capacidades.
Sin embargo, puestos a sentirnos analistas de postín, analicemos. Los datos son claros y contundentes. El primero es doble: ni PP ni PSOE han obtenido (¡dos veces!) la mayoría suficiente para gobernar. Análisis: su número de votantes se ha reducido. Habrá qué ver el porqué, un porqué que resulta evidente. Segundo dato (por mucho que no les guste a muchos): PODEMOS irrumpe con una fuerza más que notable en el Parlamento. Le sigue CIUDADANOS, de lejos. Análisis: buena parte del electorado que consideraba no estar representado en las opciones “tra(d)icionales” ha visto en ese partido (PODEMOS) esa posibilidad de representación y ha acudido a votar cuando, hasta entonces, había sido un electorado pasivo. PODEMOS, por supuesto, también ha recibido una importante transfusión de la parte desencantada de PSOE e IU. La importante consecuencia es que PODEMOS ha conseguido lo que de entrada parecía imposible: entrar en el sistema caciquil pergeñado por PP y PSOE y desestabilizarlo. Nos guste o no, aquella descendencia (bastarda para unos, legítima para otros) del 15-M que es PODEMOS ha tomado cuerpo, carta de naturaleza, espacio propio y está haciendo temblar los cimientos de un Estado corrompido, ha conseguido conmover las estructuras de los dos grandes partidos y les ha obligado a replantearse sus conceptos, sus posiciones y sus estrategias; les ha obligado a modificar la visión del cortijo patrio que hasta no hace mucho tenían y explotaban impunemente.
Dicho esto, quedan algunas cuestiones por aclarar. El PP culpabiliza a PSOE del bloqueo institucional por no permitirle gobernar aunque sea en minoría. El argumento es tan falso como odioso y lamentable. Hagamos un ejercicio de modesta mayéutica para desmontar el gran sofisma del PP: Partamos de una premisa aceptada por todos: “En democracia gobierna la mayoría parlamentaria” (no el partido más votado, porque ser el partido más votado no conlleva, necesariamente, ser la mayoría parlamentaria). Bien, entonces: ¿Ha obtenido el PP mayoría suficiente para gobernar? Si la respuesta es sí, que gobierne, ¿cuál es el problema? Si la respuesta es no, entonces no tiene mayoría parlamentaria por lo que no tiene por que ser obligatoriamente el partido que gobierne. Sobre el “bloqueo”. Demos la vuelta al argumento del PP: ¿está dispuesto el PP, para evitar unas terceras (y vergonzosas, según ellos) elecciones no ejercer ese bloqueo del que tanto hablan y permitir un gobierno como el que ellos piden para sí mismos? Si la respuesta es sí, no hay problema: Rajoy renuncia, y con él todos los demás, y permiten un gobierno de la izquierda. Si la respuesta es no, ¿por qué acusan a los demás del mismo pecado que ellos cometen? Si el bien supremo para el país es que no haya otros comicios y sí un gobierno, más o menos estable, ¿por qué no renuncia el PP a su empeño de gobierno y se inmola por ese bien supremo?
¡Ah, ya! Porque le problema estriba en que si llega al poder “esa izquierda” puede que levanten alfombras y que muchas prerrogativas se volatilicen como por arte de magia: ¿adiós a la burguesía dominante y a la omnipotencia de sus miembros (y miembras) tal y como hoy la conocemos y padecemos?
Una parte del PSOE ha comprendido que su pérdida de votos se debe, probablemente, a la connivencia mantenida durante tanto tiempo con la derecha. Una parte del PSOE ha intentado (tarde) recuperar ese espacio abandonado y dominado ahora por los “OKUPAS” de la política. No obstante, un sector importante se niega a volver a la senda del progresismo (donde, en realidad, nunca pastaron) e imputan la debacle a Sánchez. Lo cierto es que esa imputación es una excusa ladina, tramposa, tras la que se oculta, en realidad, una lucha por la supervivencia de ciertos status. ¿O alguien cree que Madina, proahijado por Pérez (ése al que le molesta que le llamen Pérez: prefiere “Rubalcaba” porque tiene más enjundia, más clase, más distinción) va a recuperar en un santiamén los votos perdidos? No nos engañemos. ¿Alguien cree que Díaz y sus faralaes van a renovar el PSOE? Díaz es la continuación de la vieja guardia, ni más ni menos. Es el más de lo mismo y de los mismos y es el "hoy por ti mañana por mi" con el PP.
Queda por ahí lo de CIUDADANOS: No requiere más comentario.
En definitiva, todo este conflicto general es fruto de la aparición en el ruedo de PODEMOS. Su sola presencia ha demsontado al PP, ha descabezado al PSOE y le ha fragmentado, ha engullido a una IU que empezaba a codearse con los poderosos y ha agitado un clamoroso debate en la sociedad. Todo un triunfo aunque hayan perdido un millón de votos que, tal vez no fuesen suyos, sino de IU, de esa parte de IU que veía con buenos ojos pertenecer a un sistema corrupto en el que sentía cómoda. Sin PODEMOS todo estaría igual que siempre y los dos grandes estarían gozando de una tierra de nadie que ahora ya tiene dueño y parece que tiene intención de quedarse. PODEMOS ha sido un revulsivo social, una revolución real, verificable; no sé si por la tensión del núcleo irradiador y los chiriflús laterales o por la acción directa de los agentes abrasivos sobre el barniz filamentoso del alicuécano gris: a tanto ya no llego. PODEMOS da miedo a algunos. Le temen. El porqué verdadero lo sabemos y lo callamos: si ahora estamos así, no queremos ni pensar en la posibilidad de que un día a alguien se le ocurra quitar el tapón del sumidero estatal. Sé que para un análisis más profundo y exhautivo hay que conjugar algunos elementos influyentes que quedan por ahí. Es innegable. Hay muchos más elementos periféricos a tener en cuenta. Pero, creo que el núcleo fundamental es el expuesto con mayor o menor acierto: es lo que tiene el vino, que si me equivoco... Aunque creo que no.

26/09/2016

LA INSOPORTABLE ESTUPIDEZ DEL SER

No tiene nada extraño la celebración exultante de la derecha por la caída de Pedro Sánchez. Tampoco lo hay en la alegría, algo más contenida y disimulada -con sonrisa sardónica, de medio lado-, de las viejas glorias del PSOE que se relamen de nuevo viendo que pueden recuperar antiguos puestos y renovar su peso en el partido moribundo. Es llamativo que Sánchez estuviese destinado a "mandar" en el PSOE a título póstumo porque el pobre llegó destronado a su reino. Pedro Sánchez y Apellido-Compuesto pretendió el timón pesoíta creyéndose -quizá por eso de que quienes olvidan su Historia están obligados a repetirla- un nuevo Rodríguez Zapatero. Sin embargo, esta vez los cerberos del partido estaban atentos y alerta para evitarlo. Por eso a Sánchez le dinamitaron desde el principio. No por guapo ni por peligroso, sino por expósito. Es el único Secretario General del PSOE al que todo el elenco anterior, todo el "gonzalismo" (desde Guerra hasta Díaz, Page, Fernández Vara, pasando por Leguina o por Rodríguez Ibarra y todos "esos"), le ha saboteado pidiendo el voto solapadamente (excepto algunos como Leguina o Corcuera que lo hicieron abiertamente) para otro partido: el PP. Sánchez no ha sabido nadar y guardar la ropa. No ha sabido usar ni su bando ni su mando. No ha sabido anular la poderosa influencia de la "vieja guardia": no ha sabido limpiar su partido, aprovechar el momento y afianzar su liderazgo. Tuvo una oportunidad de oro, y la desaprovechó. Pedro Sánchez ha demostrado suficientemente su precaria inteligencia; su estolidez, su estupidez le ha pasado factura. Ahora es un "bello cadáver" del que no quedará ni una fotografía enmarcada en el pasillo de la sede de Ferraz.
Las fracturas internas trataron de enmascararlas de "democracia interna" cuando eran, sencillamente, una guerra declarada de desgaste y posiciones. Y de esos polvos estos lodos. Ahora el PSOE está en trance de muerte porque su dubitativa posición ha podido más que el intento de rectificación. Se alinearon con la derecha; perdieron la confianza de muchos de los suyos y cuando quisieron enmendar el error ya era tarde.
Lo mismo que le puede pasar a Podemos. Obtuvieron buenos resultados acercándose a los desencantados y a los indignados; moderaron su discurso y perdieron la parcela que querían ganar y la parcela que tenían ganada. Cada uno en su sitio y dios en el de todos. Eso es lo que debe estar pensando ahora Rivera. Su discurso "españolista" puede tener algo de calado en Cataluña por eso de "jugar en casa". En el resto de España me da que ese espacio ya está ocupado y copado por el españolismo natural, por el castizo, por el "legítimo" del PP cuyos yunques y ruedas cantan al compás, machacan y atropellan al compás. De Rivera esperaron algunos intenciones sinceras de renovación; pero, sus pactos y sus acuerdos desmintieron sus palabras. Rivera, no obstante, parece un tipo más perseverante que Sánchez, y más ambicioso: no me extrañaría que en poco tiempo fuese directamente en las listas del PP. Rivera no va a renunciar fácilmente a la buena vida parlamentaria y menos siendo consciente, como es, de su buena retórica, de su capacidad oratoria.
Veremos qué va pasando, qué se saca de cada uno de los duelos planteados. Me da que al final se resolverá refranescamente, como siempre: a río revuelto...