... que alguien llame idiota a Rodríguez Zapatero!
Uno ya no sabe si la tomadura de pelo es fruto de una íntima convicción y de la inutilidad manifiesta de este "gobierno" o del arte gárrulo de un trilero de medio pelo y poca monta que ha conseguido izarse hasta el más alto cargo. Ahora la receta para salir de una crisis que los desborda y nos intimida es, ¡channn!, subir los impuestos. Como si los que ya dispensamos fueran pocos y cobardes. Con las rentas depauperadas, con el paro en aumento y con los bancos haciendo su agosto -siendo los culpables de todo-, el esfuerzo reparador se lo vuelven a pedir, a imponer al ciudadano que tiene que seguir haciendo agujeros en el cinturón mientras ellos, panda de ... (cuélguelos cada quisque lo que más le cuadre), disfrutan de sus cafetitos a ochenta céntimos.
Subir los impuestos significa, más allá de la necesidad, que estos tipos no tienen ni idea de por dónde coger al toro y, claro, como no saben coger al toro por los cuernos pues nos cogen a nosotros por los güevos, que así duele más.
Vamos a ver, peazo algárabo, no te voy a iniciar en el secreto de la Economía porque después tendría que matarte; pero, tampoco pienso dejar que me comas la pol... émica moral con tus memeces para sandios y votantes del P.S.O.E. En Francia, por ejemplo, la barra de pan está (es un suponer) a dos euros y en España a uno. Claro que en España se paga un euro menos que en Francia; sin embargo eso no significa que CUESTE MENOS: imaginemos, es otro suponer, que la renta disponible que le queda a un franchute medio es de mil euros mientras que al mismo franchute nacido en España lo que le queda son menos trescientos euros. Atención, pregunta: ¿a quién cojones le cuesta más la puñetera barra de pan? ¿Entendés, Sapaterito? Porque para saber eso no hace falta ser un sesudo economista y te lo he puesto por lo facilón, de manera que cualquier "salado" o similar sea capaz, por muchos máster en Economía que tenga, de entenderlo a la primera sin necesidad de diccionario de autoridades.
Dicho esto, yo, con la mejor intención del mundo, te diré cuál es la primera medida, la más inmediata y eficaz, para sacar a España de esta crisis: empieza por dimitir y convocar nuevas elecciones porque será la única manera de que quien llegue pueda salvar algo del naufragio.
Un naufragio, por cierto, provocado por un capitán orate empeñado en comprobar si chocando contra los escollos el barco hacía o no hacía aguas. Ya ves, ¡oh, capitán, mi capitán!, que sí, que el barco hace aguas y además... se hunde.
Uno ya no sabe si la tomadura de pelo es fruto de una íntima convicción y de la inutilidad manifiesta de este "gobierno" o del arte gárrulo de un trilero de medio pelo y poca monta que ha conseguido izarse hasta el más alto cargo. Ahora la receta para salir de una crisis que los desborda y nos intimida es, ¡channn!, subir los impuestos. Como si los que ya dispensamos fueran pocos y cobardes. Con las rentas depauperadas, con el paro en aumento y con los bancos haciendo su agosto -siendo los culpables de todo-, el esfuerzo reparador se lo vuelven a pedir, a imponer al ciudadano que tiene que seguir haciendo agujeros en el cinturón mientras ellos, panda de ... (cuélguelos cada quisque lo que más le cuadre), disfrutan de sus cafetitos a ochenta céntimos.
Subir los impuestos significa, más allá de la necesidad, que estos tipos no tienen ni idea de por dónde coger al toro y, claro, como no saben coger al toro por los cuernos pues nos cogen a nosotros por los güevos, que así duele más.
Que no tienen tampoco ni pizca de vergüenza, ni quien se la ponga, lo demuestran las sucesivas chapuzas que afrontan con descarada arrogancia o culpando a otros. En cualquier país civilizado ya estarían pidiendo limosna en la puerta de una iglesia o escardando cebollinos, porque hay que ser inepto para no aprender Economía en dos tardes. Pero estamos en el país de Nopasanada. Con tantos subvencionados y con tantos lameruzos es normal que tengan un amplio, y caro que nos sale a todos, apoyo popular y el voto masivo de ignorantes y allegados en dudosa legalidad.
Y la guinda al pastel va este cenutrio y se la pone afirmando que la subida es "temporal" y la justifica con no se sabe muy bien qué argumentos y establece una -otra más- falsa estadística comparada: España tiene los impuestos más bajos de Europa.Vamos a ver, peazo algárabo, no te voy a iniciar en el secreto de la Economía porque después tendría que matarte; pero, tampoco pienso dejar que me comas la pol... émica moral con tus memeces para sandios y votantes del P.S.O.E. En Francia, por ejemplo, la barra de pan está (es un suponer) a dos euros y en España a uno. Claro que en España se paga un euro menos que en Francia; sin embargo eso no significa que CUESTE MENOS: imaginemos, es otro suponer, que la renta disponible que le queda a un franchute medio es de mil euros mientras que al mismo franchute nacido en España lo que le queda son menos trescientos euros. Atención, pregunta: ¿a quién cojones le cuesta más la puñetera barra de pan? ¿Entendés, Sapaterito? Porque para saber eso no hace falta ser un sesudo economista y te lo he puesto por lo facilón, de manera que cualquier "salado" o similar sea capaz, por muchos máster en Economía que tenga, de entenderlo a la primera sin necesidad de diccionario de autoridades.
Dicho esto, yo, con la mejor intención del mundo, te diré cuál es la primera medida, la más inmediata y eficaz, para sacar a España de esta crisis: empieza por dimitir y convocar nuevas elecciones porque será la única manera de que quien llegue pueda salvar algo del naufragio.
Un naufragio, por cierto, provocado por un capitán orate empeñado en comprobar si chocando contra los escollos el barco hacía o no hacía aguas. Ya ves, ¡oh, capitán, mi capitán!, que sí, que el barco hace aguas y además... se hunde.