¡Qué sutileza! ¡Olé, tronío! Ahora va la Pajín y descerraja, para polemizar y desviar el curso de las puntiagudas miradas que todos dirigimos a este Gobierno, que el Pepé lo que busca es, ¡tachán!, polemizar. ¿El objeto de la polémica? Pues ni más ni menos que la estupidez de levantar el puño amenazador de la burguesía dominante y que en la canción de fondo, esa que dicen "la Internacional", se atribuye al pueblo oprimido y dominado, a los parias de la Tierra, a los miserables, a los descamisados, a los obreros. Porque, no sé yo cuántos diputados y senadores del P.S.O.E. son de extracción obrera exceptuando a la Ministro de Defensa y un par de pesoístas más. La pose progre siempre ha molado. Tanto que hay personas capaces de llorar amargamente la muerte de un abuelo al que no conocieron más que por un recuerdo, posible y probablemente, sesgado e idealizado por el cariño adyacente de la abuela: "a mi también me mataron al abuelo". Pues, qué buena suerte tuvo tu abuelo, porque el mío las pasó bien putas mucho tiempo y, lo peor, sus hijos, que no eran de los pijos de ni de Valladolid ni de León, lo pasaron peor que él porque siendo MÁS inocentes sufrieron las nefastas consecuencias de nuestra necedad civil durante años. Tanto, que hay personas que ahora levantan el puño con orgullo ocultando que proceden de tipos sin escrúpulos que aprovecharon la guerra para enriquecerse robando tierras y propiedades, mintiendo y denunciando a gente que no había hecho nada para adueñarse de lo que no era suyo; ¿no es verdad, Sonsoles?
El puño en alto es un símbolo, Pajín, sí; como el saludo romano. Y el uno como el otro pueden resultar, dependiendo de diversos factores, igual de atronadores y crueles porque, entérate, Pajín: el uso de un símbolo no hace mejor o peor a una persona: el símbolo, por lo común, es una simple coartada.
El puño en alto es un símbolo anacrónico y absurdo. En realidad todos, o casi, los símbolos son absurdos.
No obstante, me ciño al tema: ¿Quién está aventando la polémica? ¿Quién está imponiendo relevancia al asunto y con qué aviesa intención? Pues tú, Pajín, interesada en solapar problemas mucho más agudos y acuciantes. Ya se sabe que en lo que se habla de una cosa, no se habla de otras. Son intereses creados. Sencillamente. Y ya está, hoy no tengo ganas de escribir y menos extenderme en demostrar vuestra hipocresía y tu estupidez; mucho menos en mostrar vuestras mentiras o en, sin ir más lejos, avisar de cómo tus ademanes imitan a la perfección los de Felipe: lo tienes todo calculado; pero sólo engañas a los ignorantes. Quosque tandem...
El puño en alto es un símbolo, Pajín, sí; como el saludo romano. Y el uno como el otro pueden resultar, dependiendo de diversos factores, igual de atronadores y crueles porque, entérate, Pajín: el uso de un símbolo no hace mejor o peor a una persona: el símbolo, por lo común, es una simple coartada.
El puño en alto es un símbolo anacrónico y absurdo. En realidad todos, o casi, los símbolos son absurdos.
No obstante, me ciño al tema: ¿Quién está aventando la polémica? ¿Quién está imponiendo relevancia al asunto y con qué aviesa intención? Pues tú, Pajín, interesada en solapar problemas mucho más agudos y acuciantes. Ya se sabe que en lo que se habla de una cosa, no se habla de otras. Son intereses creados. Sencillamente. Y ya está, hoy no tengo ganas de escribir y menos extenderme en demostrar vuestra hipocresía y tu estupidez; mucho menos en mostrar vuestras mentiras o en, sin ir más lejos, avisar de cómo tus ademanes imitan a la perfección los de Felipe: lo tienes todo calculado; pero sólo engañas a los ignorantes. Quosque tandem...