ijo Gracián -y aunque no lo practico lo creo- que "lo bueno si breve, dos veces bueno". Voy a intentarlo. Hoy también ha tocado la letanía acostumbrada del espejismo de los brotes verdes. España ya crea empleo. No es sólo aquel empleo estacional, que también.
No es mucho lo que hay qué decir sobre el asunto y no por reiterativo, sino porque cae por su propia gravedad. Las estadísticas se pueden interpretar como se quiera; pero, no deja de ser éso: una interpretación por lo común interesada y, por lo mismo, manipulada.
No sé por qué al empelo estacional se le considera, a efectos reales, empleo porque -como tal- no lo es. Empleo, desde mi punto de vista, tiene otras connotaciones y está sujeto a unas características entre las que la más importante es la CONTINUIDAD. Esto es, la permanencia y la prolongación temporal que permite, entre otras cosas, asegurar ingresos y a través de estos el crecimiento real de la economía. Lo temporal, lo inconstante, lo no estable, no es trabajo: es un parche que, en verdad, no resuelve nada.
Eso por un lado. Por otro me parece que se está ocultando a la comprensión clara de la ciudadanía un factor/dato -sin contar el homogéneo- que puede parecer irrelevante para traducir esa supuesta creación de empleo: la sustitución, la ocupación de las vacantes que van quedando en el mercado laboral. Tal y cómo lo plantean, da la impresión de que los nuevos empleados van a ocupar puestos de nueva creación. Eso no es cierto. La mayoría cubre los huecos que van quedando por jubilaciones y defunciones porque, con independencia del estado de cosas, la gente, los curritos, se siguen muriendo y se siguen jubilando. Contrastemos esos datos en un cotejo serio porque es posible que haya una correspondencia verificable, una relación, y veremos que del alarde gubernamental no queda más que otra burda mentira y de la falta de respuesta de la oposición...