10/02/2010

Una opnión consistente

Montserrat Labrandero
Especialista en seguridad informática


Y la Ley de Economía Sostenible
10/02/2010 - 16:34 horas


La propuesta de Economía sostenible, en su contexto y como frase de uso relativamente incipiente, a pesar de que no paran de repetir el concepto para que se incluya en nuestro vocabulario cotidiano, es un plan que engloba todas las medidas económicas, financieras y fiscales que el Gobierno aplicará para recuperar la senda de crecimiento…

Hace pocos días quedó aprobado el texto definitivo del proyecto de Ley de economía sostenible. La LES, todo el mundo habla de ello, aunque pienso, creo que a menudo se olvida la objetividad necesaria. El texto incorpora cuatro propuestas de mejora legales, digámoslo así, entre otras, que suponen a la vez una modificación de los textos ya existentes.

Uno de los temas que más cola trae cuando se habla de la LES es la posibilidad de retirar contenidos y, llegado el caso cerrar o bloquear el acceso de las páginas de internet dedicadas o que pongan a disposición del usuario los enlaces que permitan descargas de obras protegidas por la propiedad intelectual sin previa autorización del titular, mediante un procedimiento administrativo y rápido.

La Constitución, en su articulo 103, dice textualmente: "La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho".

La administración publica debe actuar siempre regulando sin ninguna excepción y sin intervención directa a no ser que estén en juego derechos o intereses públicos o que requieran de especial protección, que no es el caso.

La propiedad intelectual es un bien jurídico y como tal, debe ser protegido, por supuesto, pero en la actualidad ya se encuentra amparado por la ley de propiedad intelectual, en el código penal y en las leyes de enjuiciamiento civil y criminal.

Por otra parte, la molificación de la LSI realizada en la LES es totalmente desequilibrada al incluir los derechos de salvaguarda de la Ley de Propiedad Intelectual debido a que se trata de derechos privados y no publicos.

La nueva redacción del texto, otorga además al Ministerio de Cultura como órgano de salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual; alucinante. Que un órgano administrativo pueda adoptar medidas ejecutivas en la resolución de conflictos entre particulares es un desequilibrio total, no sólo desde el punto de vista del derecho, si no desde la perspectiva del ciudadano.

Entiendo que al cabo de un tiempo de la redacción del proyecto de ley, quienes hayan participado en su redacción, se dan cuenta, revisan, analizan algunos de los errores cometidos y proceden a su rectificación posterior. Ya sabemos que rectificar es de sabios. A partir de aquí, amplían el texto refundido y se inventan la sección segunda dentro del ministerio de cultura, como un órgano más que podrá ordenar la interrupción de la prestación de un servicio...o la retirada de un contenido vulnerador.

Claro, claro, la redacción del texto pasa de nombrar contenidos presuntamente vulneradores en la LSSI, a contenidos vulneradores, directamente, lo que permite actuar a la sección segunda en el caso de certeza sobre la vulneración. Y, como ya sabemos la mayoría que no todos los enlaces suponen una infracción de derechos de la propiedad intelectual, entonces, esta nueva comisión, ¿contra qué y contra quién actuará? Aquí es donde el proyecto no realiza ninguna mención sobre los criterios de valoración para adoptar la retirada por parte de la sección segunda del Ministerio de Cultura.

Las conductas infractoras de derechos de la propiedad intelectual deben regularse a través y mediante la Ley de Propiedad Intelectual y no debe ser traspasado a un órgano administrativo, una cuestión de Derecho penal. Si al primer punto no se llegaba, como parece evidente, debían haber modificado la Ley de Propiedad intelectual y no crear o modificar de forma confusa leyes ya existentes.

Muchas opiniones acerca del nuevo texto ofrecen puntos de vista que pueden generar mayor confusión, si cabe; otras incitan a movimientos extremos y radicales, en algunos casos, pero a todos, lo veamos como lo veamos, nos invade una pregunta, que por el momento no tiene respuesta: ¿por qué sale el nuevo proyecto de ley con estas modificaciones desequilibradas en cuanto a forma y fondo? Alguien se lo ha preguntado al Gobierno? A todos nos gustaría saber por qué.

A simple vista da la sensación que las personas que han participado en la redacción no tienen los conocimientos suficientes ni de derecho ni de tecnología que deberían merecer por ocupar un lugar que les otorga las responsabilidades de redacción de proyectos de ley al servicio público.

En su redacción inicial y final, la administración pública no ha tenido en cuenta, porque se aprecia y confirmamos que es cierto, a colectivos y personas con amplia experiencia que pueden aportar perspectiva y conocimiento suficiente más que demostrado que deberían haber añadido su visión en cuanto a la fase previa a la redacción del Proyecto de Ley para que, al menos, tuviese un objetivo claro, definido, real y viable en todo su alcance, para todos los sectores de la población implicados en ello.

Cuando salga la publicación de este articulo, se habrán reunido ya los miembros en defensa de internet libre, el día 4 de febrero esta prevista la reunión entre la comisión permanente del Consejo Asesor del Gobierno en materia de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, dependiente del Ministerio de Industria, la Asociaciones de Usuarios (AUI) y de Internautas (AI) y habrán solicitado la eliminación de la Disposición Adicional Primera de la Ley de Economía Sostenible (LES), la eliminación del Canon Digital y una mayor concreción en el servicio universal para el acceso a Internet con banda ancha.

Veremos el resultado. Para el que le interese mas información, en derechoenred.com han realizado un excelente trabajo de análisis del texto completo de la LES; algunas de las ideas son las que aquí os he explicado.

Más por viejo que por diablo

Llega un momento en que uno, por esas cosas de la edad, empieza a redondear su escepticismo. Uno se perfecciona en el cinismo más procaz y deslenguado y se apea de melindres y dengues insustanciales.
Llega un momento en que uno, por esas cosas de la edad, empieza a no soportar cosas. Una de ellas, en mi caso, son los cobistas y lameruzos, los parásitos que crecen, medran, gracias a las capacidades de los prójimos y los despabilados que, en mala lid, permeabilizan haciendo propias todas cuantas ideas son capaces de absorber al vuelo.
Últimamente proliferan mucho, demasiado, los unos y los otros; esos seres esponjosos ansiosos de condecoraciones inmerecidas y esos otros, alienados, obtusos, cuya máxima aspiración es la de contentar a su líder espiritual, a su jefe, a su ídolo.
En este tiempo de silencio he podido comprobar éso y otra cosa: al idolatrado no le gusta una pizca dejar de ser el centro de atención ni que le llevan la contraria. Ceder protagonismo le duele como si le clavaran estiletes en el corazón y le arrancaran de cuajo las uñas.
De ahí que sean capaces de cualquier cosa para quedar por encima, para impresionar, para aparentar que ellos son los pioneros, los primeros.
Pero, llega un momento en que a uno, por esas cosas de la edad, tamañas estupideces le importan una miserable mierda y lo único que le molesta, por esas cosas de la edad, es no comprender por qué ese hatajo de insolventes mentales, esas quiebras morales e intelectuales, esos impostores de tomo y lomo, han llegado hasta dónde están sin que antes nadie les haya parado los pies y les haya soltado un par de lindezas -
o siete- de sinceridad apabullante.
Debe ser que en esta puñetera vida todo se reduce a una simple cuestión de imagen y relaciones públicas. Y, aun así, tampoco lo entiendo.

26/12/2009

¡Ya tenemos fuente!



Se llama Ibarra Real y es la fuente ideada para imprimir el Quijote, por encargo de la Real Academia Española -que no de la Lengua-, en una edición del mil setecientos y pico. Quizás, todos las hemos visto alguna vez, nos gusten más esas grafías que adornan las egregias paredes alcalaínas; pero, como principio, no está nada mal. Bienvenida a la red.

15/12/2009

Fumar o no fumar: esa no es la cuestión


Hola, soy yo, mi circunstancia y soy fumador empedernido.
Algo tan grotesco como acudir a "Fumadores anónimos" terminará siendo un éxito rotundo.
A partir del año próximo, o sea ya, se prohibirá fumar en todas partes; puede que, de seguir así, incluso en la calle.
Los "no fumadores" estarán de enhorabuena, estarán pletóricos, ufanos, eufóricos... Y tendrán razón y motivo para celebrarlo, quién sabe si con un buen purito.
Yo me alegraré por ellos y por su salud; me alegraré de que puedan, por fin, respirar bocanadas de pura contaminación a pleno pulmón y asumiré mi derrota -"fumar mata a los que están a su alrededor": llevo años haciéndolo y, ¡cagüen!, hay algunos que ni por esas- como asumo mi salaz condición, perversa, de sucio drogadicto. Porque reconozco que el tabaco (con todos los añadidos que le cuelan) es una droga.
Como buen "colachero", como buen "peón carretero" (supongo, aunque sea mucho suponer, que todos conocen los dichos), me va a costar Dios y ayuda sustraerme al vicio, al impulso innoble de apaciguar el síndrome feroz allí donde me ataque. No sé qué va a ser de mi y de quienes, como yo, encendemos un pitillo con otro.
Sin embargo, siendo fumador compulsivo, me parece bien la medida. Yo ampliaría aún más la prohibición haciéndola absoluta, convirtiendo el fumeque en algo más que un acto vil: en delito. Iría, incluso, más allá. Eliminaría la producción de tabaco, cerraría las puertas a su importación, perseguiría con tesón y rigor extremo su contrabando aún a costa de tener que renunciar a los pingües beneficios que reporta ese sector al Estado.
Lo haría, sí. Porque, ¿no es incongruente una persecución tan severa mientras, por otro lado, se permite su elaboración y venta? ¿No es una incoherencia absoluta que algo tan malo se prohiba con la boca chica porque reporta un buen dinerito a las arcas estatales por los impuestos?
¡Que no haya más tabaco! Eliminemos el mal de raíz: si fumar es malo, quitemos todo acceso al tabaco. Eso es lo lógico, ¿o no?

14/12/2009

Cuestión subliminal

Es posible que para la mayoría haya pasado desapercibido un pequeño detalle en la reunión de Presidentes de Comunidades Autónomas.
No es importante en sí mismo; sí llamativo o peculiar.
El detalle no es otro que la posición de las banderas autonómicas. De dos de ellas, más concretamente: la vasca y la catalana (si no me equivoco, y creo que no).

Una y otra están flanqueando, intencionadamente, a la bandera central, la española, la común, la de todos. Intencionadamente porque el golpe de efecto no es casual ni fruto de una coincidencia.
Pero, ¿a qué viene?; ¿cuál es la pretensión de tan estudiada ubicación?
Cada uno extraerá sus conclusiones y deducirá lo que más le convenga a su teoría.
Yo, por mi parte, tengo muy claro el porqué y el para qué de la escenificación. Y aunque no me parece un gesto tan cardinal como para darle mucho escaparate; sí me parece digno de mención.
Ahí lo dejo y que cada quisque molee los pensamientos que más le cuadren.

12/12/2009

Guerras particulares y fraudes. ( I )


3 Megas contratados. 53 Kb de transferencia. Excusas, mentiras y pasotismo.

10/12/2009

Trampero desconnecticut

Hay que reconocer que Wyoming, the great Wyoming, es un fenómeno. Tras ese aspecto adoñarrogeliado, de muñeco pasmado y pánfilo que habla al dictado de un gran ventrílocuo omnisciente, hay un genio de la comunicación, un ser dotado de una notable capacidad para la crítica mordaz e inteligente -no hay más que oírle sus hilarantes comentarios- y para el humor brillante. ¡Qué digo brillante, deslumbrante!
Wyoming, the great Wyoming, amasa con primor las nueces secas de nuestros cerebros con habilidad demiúrgica, nos eleva al rango de hombres, nos alecciona con infalible pedagogía y nos hace ver (nunca se lo agradeceremos lo suficiente) cómo es el mundo de verdad, cómo es la realidad.

Este ser incontingente, imprescindible, de probada virtud, es un ejemplo para todos nosotros. Él, en sus supremas ínfulas, nos reconoce con deferencia infinita e infinita clemencia como iguales y nos muestra cuál es el camino de la humildad, de la renuncia absoluta al dinero, a la vanidad.
Él es la senda, el camino hacia nuestra libertad sin dogmas ni doctrinas porque él, a pesar de los reveses, nunca se ha sometido a amo alguno; jamás alabó a Personas, Seres O Entes de dudosa catadura ética: es el único dios verdadero porque sólo su palabra es la verdad.
Admiro su aplomo, su gesto fiero; admiro su apostura y su talento. Admiro su figura arrobadora, su naso ínclito, naso tan siervo, que de la cara anal, lleva el aliento.

03/12/2009

Ya no va la Sinde por agua a la fuente...


Derechos de autor, descargas, redes, que si la abuela fuma... Seamos serios:
A) Cada autor tiene derecho a sus derechos, evidentemente. De sus creaciones vive, o lo intenta, y es razonable que así sea. Pero, hay que ser coherente. La red es -y así creo ha de seguir siendo- un amplio cauce de trasvase de información, un flujo importantísimo de datos al que se accede voluntariamente y en el que voluntariamente se hacen aportaciones de toda índole. Pretender usarla a conveniencia es una aberración interesada y ruin. La red, es -y debe seguir siendo- el único espacio común en el que de verdad se aplica la Libertad de Expresión según la propia definición de la O.N.U. La red es el anonimato, el pasquín fresco y exagerado, la crítica molesta y destructiva; sí. También es la gran enciclopedia, el acceso libre y gratuito a un conocimiento universal que, las más de las veces, está en manos inapropiadas ávidas de óptimos resultados económicos. La red es piratería y fraude, sí. Pero, también es progreso gracias al pequeño o gran grano de arena que cada uno aporta; es la gran tertulia, el aula magna por excelencia y, sobre todo, comunicación. Coercer la red alegando evanescentes delitos teniendo lo que tenemos en el mundo tangible, en la calle, es poco menos que una burla. ¿La red es refugio de delincuentes? Sí. No tanto como los pisos donde se hacinan trabajadores ilegales y explotados, no tanto como los prostíbulos, como los juzgados, los bancos o los ministerios, alcaldías, constructoras, industrias o comercios.
Soy de los que opina que la cultura, la de verdad, no es cara: 30€ por un libro que poseerás de por vida me parece barato frente a pagar lo mismo por una cena con los amigos de la que sólo quedarán unas deposiciones halitosas. Sí es cara, claro, esa cultura de náufrago intelectual que necesita la subvención amiguista para enriquecerse; esa cultura de música precaria con letras del tipo "bulería, bulería..." o esas películas con guiones de todo a cien.
La red funciona bien como está sin omitir un petiso detalle: gracias a la red se ha capturado a pederastas, timadores o asesinos que de no ser por ella, por la red, por la libertad de sus accesos, no hubiera sido posible localizar y poner entre rejas. Pero, claro, es mejor clausurar una página y que el delincuente quede impune y haciendo de las suyas en la ignorancia absoluta de quienes están investidos de autoridad para cazarlos.
La red tiene cosas repugnantes; sí. Y, sin embargo, hasta esas cosas repugnantes se "redimen" en el hecho de que nos permiten conocer su existencia y, por tanto, elaborar una opinión y evitarlas o poner medios para que otros, nuestros hijos por ejemplo, no accedan a ellas... o sí: eso ya depende de cada uno y de cómo ejerza su libertad.
B) La mayor parte de las descargas no son con ánimo de lucro. La mayoría se comparte, sí. Esto, quizás, se vea como algo trascendente. Compartir no tiene nada de malo. Sí lo tiene la exageración de la S.G.A.E. en su locura de imponer tasas a los comercios, a los bares, a los hogares que oyen la radio, por citar algo. Un impuesto revolucionario que, además, está mal argumentado porque las emisoras de radio ya pagan por la música que emiten y que, casualmente, no sé por qué, coincide con la que entra en los oídos de los oyentes. O sea: paga emisor y receptor por el mismo artículo que no pertenece a ninguno de los dos.
Yo, quiero ir un poco más allá. Si estoy en plena calle tarareando lo último de Marujita Díaz, va a venir un energúmeno agilipollado de la "esgae" a "multarme"? ¿Si grito "¡Andrea, cómete el pollo!" tengo que pagar derechos a la autora de la frasecita?
Hay que empezar a mear dentro del tiesto, hombre, dentro y sin salpicar.
C) Pagar implica limitar, por definición, el acceso a los contenidos; por ende, los contenidos sufrirán la disminución vertiginosa de visitas. Luego, aquellos autores que limiten su acceso, mejor que se la machaquen.
Si se les ha iluminado la bombilla, es porque han visto un campo fértil para enriquecerse rápida y cómodamente. El volumen que sustenta internet es impresionante. ¿La cuestión? Que si cobran por una descarga lo más probable es que le pida
prestado el cedé a alguien o no interese lo suficiente y pase de la cosa. Pero, cuiusque suum: ¿cómo van a pagar ellos toda la publicidad gratuita que se les hace?
D) A ver, gilipollas presumido e ignorante: la red debe ser universal y de todos. Si no quieres compartir, no "cuelgues". Y si cuelgas, pon algo que merezca la pena y no las chorradas pseudoprogres de tu lánguido grupito de asmáticos mentales abardemados o jartos de pollos fritos.
Ni todos los autores están de acuerdo con estas iniciativas legislativas, ni todas las leyes, por el mero hecho de serlo, son justas. El Ministerio de Cultura -el Gobierno, en general- lo que sí hace es ajustar. Ajustar leyes con que beneficiar a su piara de advenedizos y lameculos. Hacen negocios entre ellos, están perfectamente simbiotizados: yo te doy mucha pasta y tú sales en la tele gritando en contra de no sé qué y poniéndote el índice circunflejo sobre la ceja.
E) ¿Cree alguien que imponiendo tasas se evitan las descargas "ilegales" o, por el contrario, se fomenta la piratería? ¿De verdad creen que pueden controlarlas?
Ilusos. Hay más conocimiento de informática en el meñique de un buen internauta que sentido común y preparación en vuestras hueras y horras testas.
F) ¿Vigilantes de la red? ¿Por qué no poner ya, directamente, cámaras en nuestros hogares? Sí, ¿por qué no vigilar nuestra intimidad y abortar cualquier tentación? ¿Por qué no vender los ordenadores con un programa espía que vuelque directamente en su gran ojo lo que hacemos cada vez que conectamos?
Estos son los mismos que no hace mucho propugnaban libertades y supresiones de toda censura. Ahora, las tornas han cambiado: si el criticado soy yo, la cosa cambia; si el "perjudicado" soy yo, la cosa cambia; si quien se puede hacer rico -mientras sigo predicando solidaridad y otras fanfarrias- soy yo, la cosa cambia.
Todo por la cultura, por la cultura libre, por la cultura buena. Todo por las letras de Ramoncín, por los libros de Maruja Torres o por las subvenciones a esos "cineastas" de medio pelo cuyo mayor mérito es haber conseguido, nadie sabe muy bien por qué, poner su nombre a un auditorio en Rivas-Vaciamadrid o cerca.

Bienvenidos a 1.984, el mundo feliz de Farenheit 451.

...y Dios en la de todos

"¡Este es el templo del saber, y yo su sumo sacerdote!" Con eso me quedo. Porque esa sencilla frase sirve para argumentar lo evidente: Cada Dios en su iglesia y en los centros educativos -por muy católicos que sean- ni una sola imagen que no esté vinculada a la educación, a la docencia y la discencia. Ni una sola imagen o representación ni siquiera del rey que, el hombre, poco pinta en esos menesteres, afortunadamente.
No es cuestión de eliminar los crucifijos, una media luna o la foto de Mortadelo. No es cuestión de ofender susceptibilidades o de defender profesiones de fe. Es tan simple como que un centro educativo está para enseñar y aprender, no para adoctrinar en una u otra religión; para eso, ya están las catequesis, los voceros aupados al minarete, los telepredicadores y los hogares con papases y mamases de contrastado fervor.
Los centros educativos no deben ser ni católicos, ni musulmanes, ni de derechas ni de izquierdas, ni de arriba ni de abajo, ni nada de nada salvo, claro es, reductos de una educación que cada vez más brilla por su ausencia.
Si todas nuestras preocupaciones académicas van por ahí, apañados estamos.

El pollo y las dos sardinas

"Las matemáticas no engañan; quienes las interpretan, sí". Esto lo afirmaba un profesor ducho en la materia mientras aleccionaba sobre algunas cuestiones estadísticas.
Y es verdad que la interpretación o, mejor dicho, la explicación a un fenómeno estadístico puede ser un poco "fraudulenta".
El ejemplo más manido y que más cunde en este tipo de discusiones es el del pollo y las dos sardinas; por su simpleza ilustrativa: Si el prójimo se come un pollo y yo dos escuálidas sardinas, la estadística afirma que tanto él como yo hemos saboreado medio pollo y una sardina cada uno. Él, por supuesto, habrá quedado satisfecho y yo seguiré, elemental, desfallecido por las hambres.
En política estos mediocres "trucos interpretativos" están a la orden del día conscientes -los políticos- de que el pueblo llano en su mayoría o desconoce los entresijos de los datos o no entra en ellos por esa desidia nacional que todos apuramos en nuestras famélicas almas.
Uno de esos trucos lo soltó ayer mismo, en concordato connivente, eso que denominamos -con extraordinaria generosidad- Gobierno. La consigna, eufórica y fausta, no era otra que la de comparar los datos de Noviembre de 2.008 con los del Noviembre próximo pasado, el del 2.009.
Así, a bote pronto, como estadística comparada está muy bien. Pero, hay elementos y factores, variables, que entran en juego y que desmienten cualquiera comparación simple que se quiera aventar ad maiorem Zapateri gloriam.
¿Dónde está el truco, el birlibirloque oculto?
Pues en varios aspectos; pero, centrémonos en una vertiente sola y sencilla.
La trascendencia comparativa de la manipulación estriba, esencialmente, en que, sí, este Noviembre ha habido menos incursiones en las oficinas inoperantes del I.N.E.M. Y en que, no, el volumen de población activa y desempleados no es comparable porque hace un año HABÍA MÁS GENTE TRABAJANDO (se obtiene un porcentaje) que este año (el resultado es otro porcentaje). O, lo que es lo mismo: si hace un año había mil (1.000) personas trabajando y despiden a doscientas (200) el porcentaje de desempleados es del 20%. Quedan, pues, ochocientas (800) personas activas. Si de esas que quedan se despide a un grupo de ciento ochenta (180) personas -veinte menos que en la tanda anterior-, el porcentaje resultante es un 22'5%.
Sin embargo, ese baile interesado de cifras no es lo más importante. La mentira más peligrosa que se descorcha en ese tipo de afirmaciones es la de "el paro va disminuyendo". ¡NO! El desempleo SIGUE AUMENTANDO. ¿A un ritmo más lento? Vale; pero aumentando inquietantemente. Con todo, aumenta más despacio porque con menos trabajadores hay que mantener un cierto nivel productivo: lo contrario sería un colapso total, una debacle absoluta. No se puede despedir a todo el mundo a la vez. El paro se reduce cuando, tras llegar a un tope suelo, del número total y dramático se van restando contingentes. Sencillo, ¿no? Es la cuenta de la vieja: si debo diez y pago tres, sólo me quedan siete de deuda; no es lo mismo que "debo diez; si pido cinco para pagar, no debo cinco: sigo debiendo diez".
Sé que hay muchas más cosas detrás de cada estadística. No obstante, creo, son ganas de marear la perdiz. La realidad es mucho más tajante y concluyente que cualquier fórmula matemática: puede que haya más subsidios; pero si los subsidios no dan ni para comer...